El Foro de Marcas Renombradas Españolas y Brandward fijan anualmente las principales tendencias que afectarán a las marcas en el año en curso. Toda empresa se ve afectada por una serie de temas, posiciones y decisiones de los consumidores, por lo que saber anticiparse a ellas, interpretarlas y dar una respuesta es fundamental en un contexto de alta competencia. Para ello, han elaborado un decálogo de retos en torno a la innovación y a la creatividad que las empresas deben abordar.
Hay diez desafíos que se alzan como los principales en 2021, un decálogo de retos protagonizados por la responsabilidad social y medioambiental de las empresas, pero entre los que también se encuentran la transformación digital y la gestión de datos. El principal resumen que suscita el informe es que el futuro pasa por empresas innovadoras, con conciencia y emocionales. O lo que es lo mismo: que sepan dar respuestas y soluciones creativas ante los problemas y dudas de los clientes.
Como sostiene la periodista Lucía Junco en su artículo de Expansión, «trabajar la innovación a largo plazo incrementa el conocimiento y la empatía a través de la escucha activa tanto interna como externa; potencia la cultura mejorando la agilidad, la optimización de procesos que generan valor y creando una visión común; vislumbra el futuro de la marca a través de procesos que mejoran esa visión y de su relación con sus públicos objetivos; transforma ideas en realidad generando una imagen coherente y proyecta una experiencia única gracias a procesos que ayudan a entender las necesidades y generando comportamientos asociados a la personalidad de la marca«.
¿Y cuál es este decálogo de retos para la innovación y creatividad?
Pues según el Foro de Marcas Renombradas Españolas y Brandward
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- Sostenibilidad. Durante 2020 se ha comprobado que este concepto traspasa lo medioambiental y se convierte en un pilar estratégico, un trabajo constante. La innovación y las respuestas innovadoras son, por esencia, sostenibles, porque perduran en el largo plazo.
- Escucha Activa. Cualquier marca, cualquier empresa, está conectada con una multitud de stakeholders que a los que debe conocer, tratar y fortalecer la relación. Aportar un valor real pasa por saber qué necesitan de nuestra marca, qué solución le brindamos y por qué nos deben elegir a nosotros.
- Cultura. La gestión de personas, la selección y protección del talento o el #chagemanagement son esenciales para proteger y nutrir la innovación. Una organización creativa es capaz de incorporar los objetivos individuales y departamentales a los objetivos corporativos, implicando a toda la empresa en ellos.
- Sociedad. La cuenta de resultados ha dejado de ser el único vector que indica el éxito o fracaso. Una organización no solo debe crear valor para sí misma, sino para el conjunto de la sociedad. Los usuarios, los clientes, demandan respuestas en las empresas ante acontecimientos, como los vividos en el 2020. Una compañía que solo busque el beneficio de unos pocos no está llamada a permanecer.
- Humildad. El valor más destacado en las empresas. Esta cualidad es fundamental y demandada. Su gestión está íntimamente ligada a la humanización de las empresas y a la transparencia: ser lo que haces, querer ser lo que dices.
- Universalidad. En un mundo global e hiperconectado, la diferencia está en lo homogéneo. La creatividad surge del contraste entre razas, sexos o edades. Construir equipos heterogéneos, donde la experiencia se siente junto con los recién graduados, o personas con recorrido internacional trabajen en mercados puramente nacionales crean sinergias operativas entre los equipos.
- Colaboración. Una de las grandes enseñanzas corporativas de 2020 es, sin duda, la ayuda mutua entre empresas, la participación conjunta en proyectos aportando cada marca su punto de especialización. Un mundo complejo requiere de respuestas sencillas, que no fáciles. Las marcas creativas son aquellas capaces de trabajar conjuntamente con otras compañías y construir juntas un valor mayor para su cliente.
- Valentía. Ser el primero en ofrecer un producto o servicio de calidad suele ser premiado en el mercado. Pero para llegar primero hay que ser atrevido, osado y dar ese paso que aún nadie había dado. La creatividad invita a ser diferentes, a reconstruir con lo establecido, sin rupturas plenas a veces, tan solo con un cambio de perspectivas.
- Coherencia. La innovación y la creatividad se premian en el mercado, pero la esencia corporativa, el propósito y la relevancia ante los consumidores no puede distraer. De nada serviría que una empresa basada en lo tradicional y con unos resultados, una relación con sus stakeholders que avalan su trayectoria, rompa con su pasado y su presente apostando por una acción rompedora. En vez dejar atrás el pasado, estaría acortando su futuro.
- Visión. Para Brandward y el Foro de Marcas, esta característica aglutina a las anteriores. Una marca con visión es creativa e innovadora porque sabe interiorizar la sostenibilidad, escuchar a los stakeholders, externos e internos, y ofrecer a la sociedad soluciones que mejoran la vida de los clientes.