El 2020 ha transformado considerablemente la realidad de la comunicación y marketing en las compañías. Muchas empresas han visto que era indispensable que la perspectiva estratégica que aporta la comunicación se sentase en el comité de dirección. Gestionar intangibles como la marca o la reputación de una manera profesional ha contribuido a que el propósito de las instituciones se alinee con las necesidades que atraviesan sus stakeholders y la sociedad. Con un año marcado por la revolución y la aceleración de tendencias en comunicación y marketing, ¿qué le espera al marketing en 2021?
Recientemente, Deloitte ha publicado el informe 2021 Global Marketing Trends, en el auguran distintas tendencias y retos a los que el marketing tendrá que enfrentarse el próximo año. Dividido en torno a siete grandes áreas, la tónica común en todas ellas según la consultora consiste en la adaptación a la innovación vivida en este 2020. Como clave, una reflexión: que las empresas sean capaces de dar respuesta a lo que la sociedad vive en cada momento.
Así, los consultores aportan cuatro nociones sobre el valor que aporta a las compañías tener valores, convertidos en cuatro retos:
Mostrar humanidad, preocupación por la sociedad:
o los clientes tienen 1,6 veces más probabilidades de comprar esa marca que la competencia.
o Los empleados 2,6 veces más probabilidades de sentirse motivados.
Transparencia:
o Los clientes tienen 2,8 veces más probabilidades de comprar en esa misma marca y los empleados están 1,7 veces más satisfechos con su compensación.
Rendición de cuentas y cumplimiento:
o Los clientes son 2,4 veces más compradores ante el cumplimiento de promesas corporativas.
o Los empleados tienen 2,4 veces más probabilidades de llegar a trabajar a tiempo.
Fiabilidad y confianza: los clientes tienen 2 veces más probabilidades de recomendar la marca a un amigo.
De cara al 2021, los siete campos de tendencias que Deloitte detecta son:
Propósito de marca: las compañías se han dado cuenta de que la gestión de sus productos y servicios ha dado un vuelco. Según Deloitte, las organizaciones deben saber por qué existen y para quién: el marketing debe contribuir a que el propósito sea catalizador de las relaciones entre empresa y consumidor.

Agilidad: recibimos una media de 10.000 impactos comerciales diarios; la agilidad y diferenciación se alzan como las necesidades que cubrir en lo inmediato. En el estudio, destacaron que casi 3 de cada 5 encuestados eran capaces de citar una marca que se hubiera readaptado a la nueva realidad ofreciendo la misma calidad.

Humanismo: el liderazgo empático, la proactividad y la productividad se convierten en las soft skills necesarias para la gestión de personas. Los expertos de Deloitte afirman que una eficiencia basada en el humanismo y no solo en la eficiencia, mejoraría tanto la productividad como la gestión de riesgos, la relación con clientes o la retención de talento top.

Confianza: dirección, empleados, proveedores y consumidores se encuentran una misma cadena, según la consultora, por lo que sus intereses interrelacionados deben estar unidos en torno a la confianza generada. Para ello, internamente, dos herramientas son importantes: los equipos multidisciplinares y la comunicación. Contar un relato corporativo real y alineado que permita transmitir a los distintos stakeholders intenciones y acciones de la empresa.

Participación: el consumidor está empoderado, y durante este 2020 lo hemos vivido todos. Esa tendencia se mantendrá estable el próximo año e incluso crecerá. Un 28% de los encuestados afirma haber realizado alguna reseña online este año y un 32% haber participado en conversaciones sobre marcas. Este comportamiento debe ser aprovechado por las compañías y verlo como una oportunidad. No defenderse ante posibles críticas sino tener herramientas y plataformas de participación donde el cliente sea protagonista “cocreador” de mejoras.

Fusión y talento: necesidad, supervivencia y evolución. Los equipos, las necesidades y las competencias se han visto sumergidas en una mezcla continua siempre con el fin de prestar servicio. Los nuevos perfiles y las nuevas líneas de trabajo serán aún mayores en 2021, según Deloitte.